Acerca del cuerpo humano
Presentación y programa
El grupo de amigos filósofos SOCRAT3.99 nació con el expreso deseo de cultivar y compartir nuestra reflexión y experiencias en una amigable búsqueda de la verdad. Nos pareció desde el primer momento que la línea nuclear de nuestra investigación y de nuestros encuentros debía girar acerca de la naturaleza humana, perspectiva que podría dar asimismo unidad a otras muchas cuestiones. Para esta ocasión -es ya la segunda- nos hemos planteado reflexionar acerca del cuerpo humano.
Lo que aparece inicialmente ante nuestra mirada es sin duda nuestra corporalidad. Podemos pensar en nuestro cuerpo un mero organismo biológico. Las interacciones que se producen en él, como la fisiología, la fatiga, la enfermedad, la presencia de ciertas sustancias en la sangre, etc., influyen sin duda en nuestra vida.
Pero, al mismo tiempo, al considerar numerosos gestos, acciones y dimensiones de nuestro cuerpo, percibimos y comprendemos la existencia de un ámbito interior del que es expresión. Quizás los ejemplos más claros pueden ser el rostro y la mirada, las manos y el lenguaje articulado. Pero pueden añadirse también la risa y el llanto, el trabajo, el arte, la sexualidad y tantos otros.
La riqueza expresiva que ofrece el cuerpo humano incluye y a la vez rebasa y dota de sentido a su dimensión biológica y orgánica. Mi cuerpo soy yo, como observaron, entre otros, Gabriel Marcel y M. Merleau-Ponty; pero todo apunta a que soy algo más que un simple cuerpo. Nuestra corporalidad sugiere que en nuestra naturaleza constitutiva hay algo más.
En efecto, la operatividad del ser humano no se agota en lo orgánico, ya que realiza operaciones que desbordan lo material y lo biológico: entender, expresarse simbólicamente, reflexionar sobre sí mismo, hacerse preguntas, comprometerse, confiar, perdonar o amar entre otras muchas. Es el ámbito de la racionalidad.
Racionalidad y corporalidad son dimensiones de la persona humana irreductibles entre sí, pero presentan una vinculación manifiesta, una radical unidad. El yo humano no es simple materia, pero tampoco es una simple estructura “hueca”, inmaterial, ya que se expresa y se enriquece corporalmente: el cuerpo es el ámbito de inserción del yo humano en el cosmos espacio-temporal, en un aquí y un ahora. También en un “con” de relaciones. Se ha llegado a afirmar que nuestro cuerpo es la modalidad que el espíritu humano toma en el mundo.
Cabe decir con verdad que el cuerpo humano es espiritual y que el espíritu humano es corporal. Al ser asumida y estructurada por el espíritu humano, la materia emerge como cuerpo humano. Y así, el hombre no es ni sólo materia, ni sólo biología, ni sólo espíritu. Es una unidad, una realidad sustantiva que integra las dimensiones material y racional para formar un único ser, la persona humana.
Hay sin embargo otro asunto fundamental. El cuerpo humano es masculino o femenino. Se manifiesta en su constitución sexuada desde la raíz de su configuración cromosómica y genética. Al mismo tiempo, la corporalidad sirve de cauce a una diferente modalización que, pasando por el dimorfismo morfológico -anatomía y fisiología propias y correlativas en el varón y en la mujer-, modula también el modo de sentir, querer y pensar. La persona, constitutivamente, es masculina o femenina. Aquí surge un importante ámbito de confrontación con planteamientos ideológicos hoy en boga.
Tendremos la fortuna de contar además pon la destacada aportación del Profesor Dr. José Ignacio Murillo, Catedrático y Director del proyecto interdisciplinar “Mente-cerebro” del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra.
PROGRAMA
SÁBADO 22 de noviembre
Mañana:
Ponencia y coloquio
La corporalidad humana. Perspectivas filosóficas.
Prof. Dr. JOSÉ IGNACIO MURILLO.
Universidad de Navarra
Tarde:
Visita cultural y Convivencia
Videoforum:
SOUL
(P. Docter - PIXAR, 1987)
DOMINGO 23 de noviembre
COLOQUIO ABIERTO
Conclusiones, experiencias, proyectos...
Comida y regreso
