Volver atrás

EDUCACIÓN

La educación es un proceso intencional de mejora y maduración de las personas. La naturaleza humana presenta una inicial indigencia, abierta sin embargo a un perfeccionamiento que requiere el cultivo de sus capacidades. Pero no toda actuación de las personas es de suyo educativa. Sólo lo son aquellas que enriquecen en humanidad al ser humano y le acercan a su plenitud, incrementando y realizando paulatinamente su capacidad de verdad, de bien y de belleza. Y dado que la persona es fundamentalmente un ser capaz de autodeterminación, la educación supone una ayuda encaminada a iluminar y fortalecer las posibilidades creativas de su libertad. 

Un aspecto esencial de este proceso humanizador, es la paulatina integración, al mismo tiempo receptiva y creativa, en ámbitos de encuentro y de convivencia que hagan más rica la personalidad de los individuos. Es lo que se denomina socialización o incorporación a la cultura. Este proceso de integración no debe conducir al debilitamiento de la personalidad individual, sino a su fortalecimiento y madurez. Por ello la socialización será adecuada si ayuda al incremento de la libertad responsable, a una conciencia más rica de la propia identidad y al protagonismo de la persona en sus relaciones con los demás miembros de la sociedad.