¿Somos monos evolucionados…?

¿Somos monos evolucionados…?

Una división en la línea evolutiva de los simios –hace 6 millones de años- es el origen de los homínidos (que llegan hasta el hombre actual) y de los simios antropomorfos (a los que pertenecen el chimpancé, el gorila y el orangután actuales). La aparición del Australopitecus marca esa escisión entre simios y hombres y, por lo tanto, la separación entre hominización y humanización. Sin embargo no hay libro de biología donde no aparezca un dibujo de simios y homínidos en procesión, con el Homo sapiens a la cabeza.  Y esa sola imagen parece el argumento definitivo que explicaría la evolución del mono al hombre. Pero no lo es en absoluto. Más ben, lo único que puede explicar la enorme diferencia entre ambas especies no es la evolución, sino una “revolución”.

¿CUÁNDO APARECE EL HOMO SAPIENS?

Después del Australopitecus, hace unos 2,5 millones de años, aparece el primer representante del género Homo, conocido como Homo habilis, con una capacidad craneana entre 600 y 800 cm3, , y con una laringe capaz de emitir los sonidos articulados del lenguaje. De esa época datan las primeras herramientas.

Además del habilis, también forman parte del género Homo el ergaster (‘trabajador’), el erectus (‘erguido’), el antecessor (‘explorador’) y el Homo sapiens neanderthalensis. Hasta donde sabemos hoy, el hombre de Neanderthal aparece en Alemania hace unos 300.000 años y es el primero que entierra a sus muertos y realiza pinturas rupestres.

Posterior a todos ellos, hace tan sólo unos 2300.000 años, aparecerá en África el Homo sapiens sapiens, se extenderá por todo el mundo, reemplazará al Neanderthal y le conoceremos bien en Cro-Magnon (Francia). De este último desciende la especie actual. El homo sapiens tiene un cuerpo parecido al nuestro y un cerebro desarrollado por encima de cualquier necesidad evolutiva –tres veces mayor que el de los primeros homínidos-, que no mostrará signos de inteligencia hasta hace 50.000 años.

José R. Ayllón-Octavio Rico:
La película de la vida, Casals, Barcelona