¿Luchar por una "causa perdida"?

(H. LEE, MATAR UN RUISEÑOR)

Ficha

  • Tipo de actividad: análisis de un texto, tomado de la novela Matar un ruiseñor, de Harper Lee.
  • VALORES QUE SE PUEDEN TRABAJAR: HONESTIDAD, RECTITUD MORAL, SENTIDO DE LA JUSTICIA, RECONOCIMIENTO DE LA DIGNIDAD HUMANA, COHERENCIA, PERSEVERANCIA, EJEMPLARIDAD.
  • EDAD Y NIVEL RECOMENDADOS: 2º - 4º ESO.
  • DURACIÓN/TEMPORALIZACIÓN: Una sesión de clase. Podría contestarse a las preguntas finales como tarea personal en casa. Si se proyecta algún fragmento de la película (del juicio, o de la conversación en el porche entre Atticus y Scout, por ejemplo) la duración obviamente podría exceder ese tiempo.
  • SINOPSIS: Se presenta el argumento de la novela Matar un ruiseñor (y de la película basada en la misma). Seguidamente se extrae de ella un fragmento relativo a la honestidad del protagonista, Atticus Finch, dispuesto a defender a un hombre negro al que en la localidad se ha prejuzgado injustamente de antemano, por motivos racistas. Finch intenta explicar su postura a su hija Scout, que le pregunta al respecto.
  • REFERENTE TEÓRICO (contenidos, temas y competencias relacionados) En el fragmento elegido se pone de manifiesto la integridad del protagonista, que defiende una causa justa aun sabiendo que los prejuicios de sus conciudadanos y del jurado, de raza blanca, harán inútil la defensa.

    Ane las preguntas de su hija, Finch se justifica afirmando que si él no hace lo que es correcto moralmente, dejaría de tener autoridad para reclamar de sus hijos un comportamiento justo. Concluye con una afirmación acerca del deber de defender una causa justa aunque se sufra algún perjuicio por ello.
  • DESARROLLO: La actividad comenzaría por una presentación de la novela de Harper Lee, y de la película basada en ella, como aparece en la primera parte del texto. Sería oportuno hablar de cómo en determinados Estados norteamericanos no se han reconocido los derechos civiles de las personas de raza negra hasta casi finales del siglo XX.

    Seguidamente podría leerse de manera conjunta el fragmento elegido para comentar, aclarándose las palabras o frases que lo requiriesen. Podrían seleccionarse a continuación dos escenas de la película, la primera relativa al juicio y la segunda de la conversación en el porche entre Atticus y Scout. Las preguntas pueden ser respondidas personalmente en casa por los alumnos.

ACTIVIDAD

Matar un ruiseñor

Matar un ruiseñor es el título de una novela autobiográfica de Harper Lee, merecedora del premio Pulitzer en 1960, de la que se hizo dos años más tarde una magnífica adaptación al cine, dirigida por Robert Mulligan: una verdadera joya del cine; una película cargada de mensajes, donde brillan con fuerza la honestidad, un rico sentido pedagógico y el amor la justicia.

En la trama de la película subyace el problema del racismo. Atticus Finch (Gregory Peck) es un abogado afincado en una pequeña ciudad del Alabama de los años 30. Es viudo y padre de dos niños pequeños. A pesar del ambiente racista que se respira en el pueblo, Atticus —un hombre de principios, honrado y ejemplar— decide defender a un joven negro de la acusación de haber violado a una mujer blanca. El protagonista es un claro ejemplo de lo que debe ser la autoridad en la educación. Simultáneamente a esta historia, los hijos de Atticus —la pequeña Scout, narradora de la historia, y su hermano Jem— investigan a su modo sobre el misterioso Boo Radley (Robert Duvall), un joven enfermo mental que ha vivido encerrado durante años y al que nadie ha visto desde que era pequeño. Todo lo que rodea a Boo está cubierto por una aureola de misterio. A todo esto Atticus va enseñando a la pequeña a no juzgar a la gente por las apariencias y a tratar a todas las personas sin prejuicios. Y finalmente un desenlace, toda una lección, no exenta de matices.

Matar un ruiseñor (To kill a Mockingbird) deslumbra por su fotografía en blanco y negro, por las soberbias interpretaciones de la pequeña Mary Badham como Scout, la hija pequeña de Atticus, y de un magnífico Gregory Peck, que supuso para él el logro del Oscar a la mejor interpretación; y, por encima de todo, por el modo de contar una historia convirtiéndola una lección de humanidad y de educación.

La figura de Atticus Finch es el arquetipo de hombre justo y coherente, y de buen padre, que siempre hace lo que considera que es su deber, a pesar de las dificultades. En la película, narrada por Scout, se entrevé que con el tiempo supo descubrir el gran hombre que fue su padre, y al que quizás —por ser una niña aún— no sabía valorar entonces.

La película también ganaría el Oscar al mejor guión adaptado.

* * *

Transcribimos a continuación un diálogo de la novela Matar un ruiseñor, en el que se plantea la fidelidad de un hombre íntegro –como profesional y como padre- a los más nobles principios morales, con independencia del parecer social generalizado. Aporta también una reflexión fundamental acerca de la autoridad moral.

Átticus Finch acepta la defensa de un muchacho negro acusado injustamente. Scout, su hija de diez años, muy lista para su edad y cuyo deporte favorito es pelearse en la escuela, le pregunta por el caso. La novela –recogida con fidelidad en el guión de la película- cuenta así el diálogo entre el padre y la hija:

“Átticus suspiró.

-Simplemente, estoy defendiendo a un negro: se llama Tom Robinson. Vive en el pequeño campamento que hay más allá del basurero. Es miembro de la iglesia de nuestra criada y ella conoce bien a su familia. Dice que son personas de conducta intachable. Tú, Scout, no tienes edad para entender ciertas cosas, pero por la ciudad se ha hablado mucho y en tono airado de que yo no debería poner mucho interés en defender a ese hombre.

Matar un ruiseñor

-Si no debes defenderle, ¿por qué le defiendes?

-Por varios motivos. Y el principal es que si no le defiendo, no podré caminar por la ciudad con la cabeza alta, no podré representar al condado en la legislatura y ni siquiera podría ordenaros a Jem y a ti que hicieseis esto o aquello.

-¿Quieres decir que, si no defiendes a ese hombre, Jem y yo ya no deberíamos obedecerte?

-Más o menos.

-¿Por qué?

-Porque ya no podría pediros nada. Mira, Scout, por la misma índole de su trabajo, cada abogado topa durante su vida con un caso que le afecta personalmente. Éste es el mío, me figuro. Es posible que oigas cosas feas en la escuela, pero haz una cosa por mí: levanta la cabeza y no levantes los puños. Digan lo que digan, no pierdas los nervios y procura luchar con el cerebro, para variar...

-¿Ganaremos el juicio, Átticus?

-No, cariño.

-¿Entonces...?

-No importa. El hecho de que hayamos perdido cien años antes de empezar, no es motivo para que no intentemos vencer.”

Pautas para la reflexión y comentario del texto

  1. Tras la lectura, intenta hacer un resumen con las ideas fundamentales: ¿Qué se dice en el texto?
  2. ¿Cuál es el criterio oral en el que se apoya Atticus para defender una causa perdida? ¿Apruebas las razones de Atticus? ¿Por qué?
  3. Tú, en su lugar, ¿aceptarías el caso? ¿Por qué?
  4. ¿Podrías poner más ejemplos de ‘nobles causas perdidas’ por las que merecería la pena luchar?