Breve introducción al conocimiento de las religiones

Autor: Andrés Jiménez

Con este trabajo se pretende ofrecer una aproximación sencilla al hecho religioso en su fenomenología y diferentes manifestaciones, e identificar los rasgos básicos de las grandes religiones.

Afirmaba Romano Guardini que cuanto más progresan las ciencias que miran hacia el origen de la humanidad, ciencias como la etnología o la prehistoria, bien sea por exploraciones o descubrimientos, bien sea por el perfeccionamiento de sus métodos, más nos comunican el sentimiento de que nuestro más lejano pasado permanece, en su singularidad misma, inalcanzable, pues los elementos espirituales no se conservan de la misma manera que los fósiles: “¿Qué es lo que sabemos, por ejemplo, de la humanidad del achelense, sino que ha existido, puesto que talló piedras? ¿Qué informaciones puede proporcionarnos la mandíbula de Heidelberg sobre la mentalidad del hombre al que perteneció?”…

Por eso, más que ahondar en las raíces prehistóricas del hecho religioso, dadas las pretensiones de esta introducción, me ha parecido preferible llevar a cabo, de forma muy sencilla, una exposición de las tradiciones religiosas más significativas de la humanidad para mostrar cómo el ser humano, a través de sus diversos contextos culturales, ha ido elaborando la búsqueda del sentido transcendente de su existencia.

La experiencia de gratuidad que acompaña al mundo y a la propia vida hace que el ser humano se haya venido haciendo a lo largo del tiempo preguntas importantes: “¿Por qué y cómo ha surgido el mundo? ¿Hay un plan o un para qué que atraviesa su existencia? ¿Cuál es la fuente de tanta belleza en el mundo? ¿Qué papel le corresponde al ser humano en general y a mí en particular en este mundo? ¿Porqué existe el mal, cómo podemos afrontarlo y superarlo? ¿Hay algo o alguien en el origen del mundo y de la vida y más allá de la muerte? ¿Y yo le importo…?”

Con ellas no solo se busca saber; dada la desproporción entre el sujeto humano, frágil en sí mismo, y la magnitud de una realidad que le supera y que se prolonga en un “más allá”, lo que se busca es una cierta seguridad, la certeza de una explicación, más aún, de una “salvación” ante lo desconocido; penetrar en lo misterioso y saber a qué atenerse ante la contundente presencia del mal. En el hecho religioso se produce una referencia hacia ese “más allá”, con el que se pretende establecer un contacto que conduzca al esclarecimiento del “misterio” y al aseguramiento de la salvación. Se trata de abrirse a la comunicación con la fuente del sentido de las cosas y del destino singular y universal del ser humano.

Agradezco muy especialmente la excelente aportación del Profesor Bienvenido Gazapo Andrade, de la Universidad Europea de Madrid, acerca del Islam y el mundo islámico.