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Sociabilidad

Dimensión constitutiva de la persona, consistente en la apertura originaria y perfectiva a la relación con sus semejantes, caracterizada por la necesidad de dar (efusividad) y de recibir (dependencia) de ellos en todos los órdenes de la vida. El ser humano es sociable por naturaleza. Esta apertura lleva a compartir la propia vida, a convivir, enriqueciendo la propia  identidad mediante la comunicación interpersonal.

Esta apertura supone que el ser humano se halla vinculado moralmente a aquellas personas con quienes comparte su vida, viéndose obligado a colaborar con ellas en la medida de sus posibilidades en orden al bien común. El hombre no es un ser autosuficiente -aunque este viene a ser el ideal de la Modernidad, tanto ilustrada como anti-ilustrada, y del ateísmo prometeico-, y no debe servirse de la vida social como de un instrumento más o menos prescindible al servicio de su interés particular.

La sociabilidad natural del homre y las exigencias morales que entraña la vida en sociedad son discutidas por las teorías contractualistas (Hobbes, Locke, Rousseau...), fundamento ideológico del loiberalismo clásico.